Publicado hace 14 años por ispa a historiasdehispania.blogspot.com

Un fascista, aparte de otras muchas cosas que serían fruto un análisis más largo, es una persona que está deseando salirse del sistema. Un fascista odia la democracia y está intentando encontrar motivos para cargársela. Y, precisamente por eso, defender la idea de que una querella no debería ni estudiarse porque la ha presentado una determinada organización; sustantivar, por lo tanto, la idea de que en una democracia existen ciudadanos de primera y de segunda, no es joder a ese fascista; es alimentarlo.