Hoy tanto como ayer, hay una alternativa para Cuenca, hay esperanza y sobre todo hay futuro, Juan Ávila es la persona que Cuenca necesita, una persona honrada y con las manos de cristal, un excelente gestor de lo público y una persona dinámica y con una clara vocación de servicio a los ciudadanos.
Comentarios
Pues manejar el timón con unas manos tan frágiles tampoco es que sea buena idea
Ahora en serio... hay que tenerlos cuadrados para venir a poner spam político por aquí