El camionero, Tony Lee, se presentó un día al hombre de negocios Terry Collins a quien informó de que podía adquirir el lujoso hotel, propiedad de los hermanos David y Frederick Barclay, al precio "ganga" de 250 millones de libras (312,5 millones de euros), menos de la mitad de su valor real.
Comentarios
Esto me recuerda una película antigua en la que unos timadores le vendían un tranvía a un gañan