Partimos de un modelo de calle donde todo el espacio principal de circulación se le ha cedido al coche, que domina el tráfico y condiciona la habitabilidad de la ciudad y los itinerarios de los demás, fundamentalmente de los peatones. En dicho modelo, conviven dos formulaciones: por un lado, las grandes avenidas,auténticas autopistas urbanas, donde se prioriza la capacidad de la vía y su velocidad y se ordena todo el tráfico para darle prioridad a la misma; por otro lado, las avenidas donde se permite el aparcamiento, calles no tan arteriales..