Hace 12 años | Por --278276-- a politica.elpais.com
Publicado hace 12 años por --278276-- a politica.elpais.com

Antonio Lozano aprendió que para sobrevivir en la dictadura tenía que callar y ese miedo adquirido en este periodo perduró durante los años que vivió en "democracia". Las palizas a las fue sometido en el campo de concentración quedaron grabadas a fuego en su memoria..., esta es la historia del joven soldado republicano.

Comentarios

NoKeN

Que bonito y que pena, que pena no haber podido ser quien eres y estar orgulloso de serlo sin miedo a que otros te lo vuelvan a hacer pagar.

D

#1 Sí que es un relato conmovedor. ¿Cuántos habrán muerto sin que nadie rescate su historia?
Hay varios fragmentos interesantes, pero me quedo con este:

"dormían en chozas que se construían ellos mismos, estaban tan hambrientos que comían hasta raíces y lagartijas y recibían palizas si no cumplían el objetivo laboral de la jornada".