Ubicado en la ciudad Aggscach, en Baja Austria, la paradoja es que hay que elevar la vista para poder ver al Castillo que fue construido sobre una roca a 40 metros de altura. Se presupone que antes de existir esta edificación el lugar era ocupado por una fortaleza romana y ya para el principios del siglo XII se empezó a construir lo que vemos hoy día.
Comentarios
Precioso. Pero...¿y las cuerdas?