Publicado hace 12 años por --287215-- a unaantropologaenlaluna.blogspot.com

“Había un insistente sonido de gongs con mucho ritmo. Contentos de que no fueran nuestras cabezas las que estuvieran ahumándose allí, es su forma de vida. Yo era un invitado a su casa, no iba a criticar lo que estaban haciendo”. Dan Illerich, aviador de la Segunda Guerra Mundial.