Los tabúes perennes sobre la muerte y la creciente tendencia de las sociedades occidentales a impermeabilizarse de esta se han combinado para propiciar una injusticia cultural: el olvido de los cementerios como parte del patrimonio artístico y arquitectónico. Los camposantos han quedado relegados a su aspecto más funcional, y el interés por ellos apenas sí renace el día de Todos los Santos...
Comentarios
No estaban muertos que estaban de parraaandaaaa