Es, definitivamente, el gran fin de un nuevo mito berlinés. El Bar 25 cierra tras este verano sus puertas. Muchos serán los que quieren disfrutar de esa sensación de libertad a orillas del Spree, muchos los que no podrán entrar y otros tantos los que no lo ven tan guau.
Pasé incontables noches, madrugadas y mediodías en ese chiringuito, columpiándome a la orilla del río. Haré lo posible por ir por última vez, antes de que lo cierren. Pero mucho me temo que Berlin es cada vez menos la ciudad que yo conocí...
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Pasé incontables noches, madrugadas y mediodías en ese chiringuito, columpiándome a la orilla del río. Haré lo posible por ir por última vez, antes de que lo cierren. Pero mucho me temo que Berlin es cada vez menos la ciudad que yo conocí...