Hace 16 años | Por --39491-- a elpais.com
Publicado hace 16 años por --39491-- a elpais.com

Bien va la cosa, bien pero que muy bien que va. Ahora Chavez vigilará a las empresas españolas, que ya pueden empezar a temblar a la vista de la formación y respeto por el orden jurídico del personaje. Y no contento con eso, tras comparar a Zapatero y al Rey defendiendo a Aznar con Merkel defendiendo a Hitler, dice que está esperando las excusas. Pues no, que no se excuse. Y reconozco que he sido crítico con el dichoso ¿por qué no te callas? Pero es que este tío, cada vez que habla, se retrata de ignorancia, de soberbia y de mesianismo...

Comentarios

D

Pues, obviamente, en los hechos. Chavez, recordémoslo, fue un golpista que fracasó. Ahora, efectivamente, es un Presidente electo en varias ocasiones. Pero lo es en un contexto en que el pluralismo deja mucho que desear. Dispone de un Parlamento monocolor en el que no hay fuerzas políticas de oposición aunque ahora, como consecuencia de la nueva reforma constitucional que plantea, se abran grietas. En todo caso, al margen de diversos procesos de nacionalización o rescate de concesiones la cosa no parece pintar muy bien. El orden jurídico incluye la seguridad jurídica. No puede depender su interpretación, aplicación o modificación de una discusión en un encuentro internacional. Obviamente, las empresas afectadas podrán acudir a los Tribunales, sólo faltaría.
Por lo demás, no me preocupa tanto lo que encuentre en las empresas (si es ilegal que les den) cuanto que se actúe como consecuencia de la rabieta y que se compare a Aznar, sea lo que sea, con Hitler. Hay límites y Chavez que, recuerdo una vez más, es un golpista fracasado hoy converso, debe conocerlos y asumirlos.

c

Chavez vigilará a las empresas españolas, que ya pueden empezar a temblar a la vista de la formación y respeto por el orden jurídico del personaje.

En fin. ¿En qué te basas para negar el respeto por el orden jurídico de Chavez?. Si piensan que les perjudican saltándose la legalidade vigente que acudan a los tribunales, como en cualquier otro país democrático.