Uno de los interrogantes que planean tras la muerte de Osama bin Laden en Pakistán, a solo 80 kilómetros de la capital, Islamabad, es cómo pudo el terrorista más buscado del mundo vivir durante cinco años en su lujosa residencia en Abbotabbad, a poca distancia de una academia del Ejército sin que las autoridades del país lo supieran. ¿Eran sus servicios de inteligencia tan incompetentes o lo sabían pero lo permitieron? ...