Hace 16 años | Por sirqr a elpais.com
Publicado hace 16 años por sirqr a elpais.com

Héctor Febres, oficial retirado de la Prefectura Naval, de 64 años, iba a ser condenado el viernes, pero murió envenenado con cianuro cuatro días antes. La justicia argentina investiga si se suicidó antes de conocer el fallo o si lo se asesinaron para evitar que en el alegato final acusara a sus jefes. Había aplicado la picana eléctrica a un bebé de 20 días para que su padre guerrillero delatara a sus compañeros. Lo apodaban Selva, porque “era más bestia que todos los animales”, según un superviviente de la última dictadura de Argentina.

Comentarios

arieloq

al menos hizo el favor de morirse...