Discutimos en estos días algunas de las ideas del empirismo de Hume. No sin cierta perplejidad: parece difícil de aceptar que quien se sentía fascinado por la ciencia termine desarrollando una filosofía escéptica. Es más que posible que esta perplejidad derive de una falsa concepción de la ciencia, que quizás se nos inculca desde bien pequeños: la imagen del laboratorio, del experimento y del contacto permanente con las cosas se impone sobre cualquier otra concepción.