El maltratado Centro de Investigación Príncipe Felipe (CIPF) ha decidido poner al mal tiempo, buena cara. Tras el ERE que en noviembre de 2011 acabó con el despido de 114 personas y supuso el recorte de los sueldos de los que trabajadores que sobrevivieron, más de un centenar de trabajadores y estudiantes de este centro se han secado las lágrimas y han hecho un hueco en sus agendas para grabar un divertido vídeo con el que romper con las malas sensaciones y, de paso, acceder a ganar 3.000 euros en un concurso.
Comentarios
Si lo entiendo bien, no deja de ser una forma más de privatización de la investigación: investigadores de la pública dedicando su creatividad a la promoción de una empresa comercial privada (y además, compitiendo por cuatro duros).
Reivindicando, claro, pero de alguna forma pasando por el aro.