Anda, como el 13 de julio de 1943, cuando en la semifinal de la Copa de España (por aquél entonces Copa del Generalísimo) la guardia civil entró en el vestuario y, con ocho metralletas en ristre, amenazó a los jugadores del F.C.Barcelona para que no se les ocurriera acercarse a la portería madridista.
Como a los jugadores no les pagaban por dejarse fusilar, los barcelonistas salieron al campo y se limitaron a sentarse en el suelo, dejando que el Madrid marcara once goles. Al final del partido, en el último minuto, los barcelonistas se levantaron del suelo y le metieron un gol al Madrid, para demostrar que jugando ganaban. Épico.
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Anda, como el 13 de julio de 1943, cuando en la semifinal de la Copa de España (por aquél entonces Copa del Generalísimo) la guardia civil entró en el vestuario y, con ocho metralletas en ristre, amenazó a los jugadores del F.C.Barcelona para que no se les ocurriera acercarse a la portería madridista.
Como a los jugadores no les pagaban por dejarse fusilar, los barcelonistas salieron al campo y se limitaron a sentarse en el suelo, dejando que el Madrid marcara once goles. Al final del partido, en el último minuto, los barcelonistas se levantaron del suelo y le metieron un gol al Madrid, para demostrar que jugando ganaban. Épico.
¿Aún sin fusilar?