Todos lo hemos podido contemplar, aunque para que se convierta en un verdadero espectáculo celeste hace falta que las condiciones atmosféricas sean adecuadas. En muchas ocasiones, al amanecer o al atardecer, o cuando se produce un eclipse total de sol, el horizonte parece arder formando una gran franja rosada conocida como cinturón de Venus.
Comentarios
Como dice el artículo, yo lo había visto pero nuca me había realmente fijado. Una cosa más que he aprendido hoy.