Hace 11 años | Por harien a lavanguardia.com
Publicado hace 11 años por harien a lavanguardia.com

Manchester puede ser un buen punto de arranque para la historia épica del auge y declive de las dos clases sociales que –junto con los eternamente bien situados propietarios del capital– han protagonizado los dos últimos siglos de desarrollo económico occidental. En las fábricas “oscuras y satánicas” que rodeaban la ciudad, nació el obrero “proletario” de la industria productiva. Y en los grandes almacenes decimonónicos creció su complemento imprescindible el consumidor de la clase media, esa que parece haber llegado al ocaso.