Publicado hace 17 años por kakadossantos a historiasdelmotor.com

Este coche no tiene motor ni de gasolina ni eléctrico, funciona gracias a la fuerza que le proporciona un caballo que va en su interior. Sus creadores lo quieren comercializar como reclamo publicitario para llevar anuncios, como los clásicos autobuses publicitarios, pero dándole un toque de preocupación por el medio ambiente y el cambio climático.