Hace 12 años | Por tollendo a abc.es
Publicado hace 12 años por tollendo a abc.es

El gusto por la ingesta de barro fino, como bocado de placer y refinamiento, está documentado desde muy antiguo; cuando menos, desde la califal Bagdad del siglo X. Y probablemente fue esa "vía árabe" la que trajo la costumbre a España. Aquí, ese barro, preferentemente el de color rojo intenso, se cocía en pequeños cacharros individuales, o búcaros, que eran los que concretamente se comían las damas, mordisqueándolos a pequeños trocitos, una vez ingerido el líquido que contuvieran. Tal costumbre generó incluso un nombre: "bucarofagia".

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