Publicado hace 10 años por danielsantosgomez a blogs.publico.es

No nos engañemos: Javier Bardem no es “camaleónico”, como Gary Oldman. Cuando aparece en pantalla todo el mundo sabe que ahí está el Bardem, con su poderosa mandíbula y su mirada pícara. Los directores de Hollywood se pirran porque la estrella española aparezca en sus pelis, pero antes de darle el papel le dan un boleto para la peluquería: “Me lo peinas a la manera de un narco mexicano”, dice Ridley Scott a la estilista de ‘El Consejero’, y el pobre actor luce al rato un peinado propio de un pinchadiscos guatemalteco.