Hace 11 años | Por apandres a unience.com
Publicado hace 11 años por apandres a unience.com

Diferentes carteles dónde apelando incluso al sentimiento paternal, se anima a la compra de bonos para pagar armento. Los liberty bonds en realidad fueron una fantástica operación de márketing. Hubo hasta cuatro emisiones. No sólo consiguieron financiarse para sufragar la entrada en la I Guerra Mundial, sino que crearon un ambiente de participación ciudadana en el conflicto, de manera que se disiparan las dudas sobre la conveniencia o no de tomar parte en la guerra. Por eso, no se dudó de utilizar todos los medios de propaganda de la época.

Comentarios

iramosjan

Aparte de que ese titular es un microblogging de campeonato, también es erróneo: no hace falta un banco central para financiar una guerra imprimiendo dinero, vease la República Francesa en 1792 con sus "asignados" y los dos bandos durante la Guerra de Secesión en Estados Unidos (a la que debemos el término "billetes verdes" o "greenbacks" para hablar de dinero).

Y por cierto, el ejemplo del Norte durante esa guerra demuestra que imprimir billetes no es intrínsecamente malo; lo malo, malísimo, es imprimir demasiado dinero...

osmarco

#1 Solo comentar que incluso imprimir un solo euro por encima del dinero real, véase la Deuda, es un dinero que no existe y por tanto, ya es malísimo.

iramosjan

#2 Solo comentar que la frase "dinero real" carece de sentido.

Vamos a volver a lo más granado de la Edad Media, a aquellos buenos viejos tiempos del dinero "real"... pues ocurría exactamente lo mismo que hoy, se creaba dinero sin el menor problema. Cuando un mercader de Brujas depositaba 1.000 florines en el banco de un prestamista y este le daba una letra de cambio a pagar en Gante, el banquero tenía 1.000 florines y los prestaba por interés, y el mercader tenía una letra de cambio que se aceptaba como medio de pago. Ciertamente nadie aceptaría la letra de cambio así sin más, sin comprobar que no era falsa y el crédito del prestamista... pero nadie aceptaría así sin más 1.000 florines, las monedas se comprobaban y pesaban (para eso existían profesionales expertos, los "cambistas").

En otras palabras, donde antes existían 1.000 florines en oro, había pasado a haber 2.000 florines, 1.000 en oro y 1.000 en papel. Y los dos eran reales, muy reales. El dinero se ha creado desde que existe, no hacen falta para ello ni estados, ni bancos, ni papel moneda siquiera.

e

"imprimera", del verbo "imprimer".