La propuesta europea, está más orientada a eliminar el problema de raíz, desde los países de origen, fomentando la protección del trabajador frente a los abusos de empresarios, por la precariedad legal que sufre el inmigrante. Desde otra perspectiva, la propuesta de EE.UU. está encaminada a controlar las fronteras, y adjudicar residencias. En EE.UU la residencia se obtendrá tras 8 años para aquellos inmigrantes que tengan un historial impecable, junto con el pago de una multa de 5.000 dólares, una comisión de procesamiento de 1.500 dólares
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