Rankin Paynter, de 77 años, y propietario de una joyería en Kentucky, acudió a un comercio Kmart en su ciudad con intención de comprar una caja fuerte, cuando le anunciaron que la tienda estaba en liquidación. El hombre compró todos los bienes remanentes por 200.000 dólares, los cargó en un camión y los regaló a una asociación local dedicada a ayudar a los pobres.
Comentarios
No tiene sentido esa actuación.
Seguramente 200.000 dolares en arroz y pasta haría mas papel entre los pobres que cosas de ferretería.
Excepto para el que liquidaba la tienda, vete a saber en que condiciones estaba...