A finales de año, el Gobierno abrirá la compra y venta de propiedades inmobiliarias. Los anuncios en internet ya han abierto la veda, y las casas cuestan entre 5.000 y 120.000 dólares. El 85% por ciento de los cubanos poseen alguna propiedad, pero hasta ahora sólo se movía mediante trueques.
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“La gente arreglará sus casas y las venderá, y la ciudad volverá a estar preciosa de nuevo”, dice Leonardo Leiva.
En un país donde nadie tiene nada, traer un modelo puramente capitalista de construcción sería un desastre por que bla, bla, bla...
Otra burbuja, por un gobierno que parece más bien pedir auxilio