El Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana ha condenado a la Conselleria de Sanidad a pagar 30.000 euros a los familiares de una paciente de 74 años que falleció en enero de 2004 aquejada de cáncer de pulmón porque la enfermedad no fue diagnosticada correctamente. La sentencia, facilitada por el Defensor del Paciente, concluye que "los servicios médicos (del Hospital General de Castellón) que atendieron a la paciente tuvieron una actuación deficiente, ya que no fue requerido su estudio por un especialista de oncología".