Es común que las investigaciones se acaben diluyendo, los delitos prescriban o el pacto con la Fiscalía mantenga fuera de prisión a sus culpables. El sistema, que rara vez es capaz de recuperar el dinero defraudado, anima a muchos a asumir el riesgo.
Comentarios
Pues... sí.
Quién lo hubiera imaginado. Yo pensaba que los políticos eran corruptos por amor a la camiseta, y no tanto por los premios.