Ya lo dijo un sabio hace mucho tiempo, comer es uno de los mayores placeres de esta vida. Comer bien, se entiende, disfrutando de cada paso del proceso: la obtención o compra de los alimentos, su preparación, la degustación con un buen vino, y la sobremesa en estupenda compañía. Porque no hay nada más triste que comer sólo, ¿verdad?