Los principales fabricantes de servidores de la industria unieron sus fuerzas para crear un nuevo estándar para medir la relación entre consumo energético y rendimiento. Dicho estándar mide cuántas operaciones puede ejecutar el servidor por vatio, y evalúa cada equipo en 10 niveles de carga. Según el portal idg.es, el desarrollo de este estándar proporciona a los clientes una herramienta precisa para analizar productos y mejorar la eficiencia energética.