España está bien provista de estafadores, oportunistas y trileros. Es la idiosincrasia de la tierra que alumbró El Lazarillo de Tormes y El Buscón. Desde que existen, las aseguradoras han tenido que lidiar con timadores y caraduras. Ahora, con la crisis, este pulso se ha recrudecido. La adversidad de los tiempos aviva la picaresca.
El karma a veces funciona. ¿Cuantas veces le habeis oido decir a la compañía: "ese siniestro no está cubierto"?. Que puede que tengan razón pero es que a veces rechazan los pagos por defecto y luego ya si reclamas lo miramos mejor.
Comentarios
En algunas ocasiones, estafadores y aseguradoras, son los mismos.
El karma a veces funciona. ¿Cuantas veces le habeis oido decir a la compañía: "ese siniestro no está cubierto"?. Que puede que tengan razón pero es que a veces rechazan los pagos por defecto y luego ya si reclamas lo miramos mejor.