Hace 13 años | Por --246527-- a clarin.com
Publicado hace 13 años por --246527-- a clarin.com

En todo caso, a esta altura, a Torrente se le puede criticar su fidelidad a sí mismo: sigue siendo xenófobo, racista, homofóbico (aunque sea fanático de las pajillas con amiguetes en el asiento delantero de su auto), retrógado, vil. En esta cuarta entrega, que no se impone fronteras morales ni de buen gusto, él se mueve en un territorio propicio: prostíbulos y cárceles de una España empobrecida, en crisis, más intolerante que nunca.

Comentarios

jujutsu

La verdad es que yo lo veo de la siguiente forma. Con sentido del humor torrente se ríe de todos aquellos homófobos, racistas y xenófobos de la mejor manera posible, ridiculizándolos

D

#1 totalmente de acuerdo

D

Joder, al final la pinta como si la película fuera una delicia del sarcasmo, cuando a mi me pareció bastante mala, con un guión pobrísimo y unos "actores" (incluido él mismo) que no ayudan para nada; el único a la altura, como siempre, Tony LeBlanc (pero ese podria hacer lucir cualquier película en la que saliera). Te ries, sí, porque las situaciones son graciosas (aunque menos graciosas que en las anteriores) pero te quedas con la sensación de que podrias haberte ahorrado la pasta y ver los gags en el Youtube.
Eso sí, coincido con #1, Torrente es eso.

D

“Por suerte, no todo el mundo se parece a Torrente; apenas la mayoría”
lol lol lol