El Museo Arqueológico Johns Hopkins de Baltimore conserva fragmentos de cinco tablillas de maldición romanas (tabellae defixionum).Estos objetos son una prueba de una práctica muy común en la antigüedad griega y romana consistente en grabar maldiciones en tablillas que después se depositaban en pozos o fosas.Una tablilla romana de hace 2.000 años recientemente conservada detalla una anónima petición de muerte espantosa para un esclavo llamado Plocio (o Plotio, en latín Plotius).