Los domingos tienen fama de aburridos. Los comercios cierran, las calles respiran después de la euforia del sábado noche y las persianas esperan hasta pasado el mediodía para ser levantadas por algún que otro noctámbulo con las legañas pegadas y el aliento cargado. Los domingos son ese día insulso en el que visitamos a abuelos y suegros arrastrando los pies. En el día del Señor no cabe diversión posible, o al menos no para quienes desconocen sus espléndidas tardes en el barrio de La Latina.
Comentarios
A relaxing spike of tortilla de patatas in LaLatina.
Los domingos son para ir a los puticlubs. El resto de la semana, por eso de la crisis, a pajas.
http://alterning.es/es/puticlubs-de-madrid/