El mundo nunca estuvo más cerca de una guerra nuclear, que se hubiera llevado por delante cien millones de estadounidenses y un número más elevado de rusos. Medio siglo después, la crisis de los misiles del 62 sigue siendo un laboratorio en el que todos los presidentes estadounidenses y muchos extranjeros buscan lecciones para situaciones de crisis.
Comentarios
Gracias a JFK, no pasó nada. Que por cierto, se lo cargaron por querer nacionalizar la FED.