Hace 14 años | Por Matroski a elnuevoherald.com
Publicado hace 14 años por Matroski a elnuevoherald.com

En muchos países, el tipo de automóvil que uno maneja es lo que determina el estatus de una persona. En Cuba, lo que cuenta no es el auto sino la placa.Un arco iris de colores y códigos de todo tipo revelan al buen entendedor qué tan importante es uno en esta revolución igualitaria, si uno es cubano o extranjero, a qué se dedica y, a menudo, qué nivel tiene en su trabajo.

Comentarios

J

¡que fuerte me parace todo!

"Las placas negras son para los diplomáticos extranjeros, que no tienen que respetar las normas de tráfico."

"El diplomático sobre ruedas"

Pues habrá que tener cuidado con estos, sobre todo con los ingleses, y los de las ex-colonias inglesas, que encima le daran por conducir por la izquierda.