Anteanoche, tres semianalfabetos enfurecidos, incapaces de pensar con claridad cuánto es dos más dos, me pusieron en la cabeza sus revólveres, me arrojaron al piso, me gritaron que iban a matarme y me quitaron todo lo que llevaba, entre otras cosas, el GNOTE. En mi país, Argentina, tengo que darme por contento por haber conservado la vida. En mi país, estamos en manos de esta gente.
Un voto de sensacionalista: si se entera, espero que no, el autor del mensaje quizá se lo piense mejor la próxima vez que se duela de haber sido robado y humillado.
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Un voto de sensacionalista: si se entera, espero que no, el autor del mensaje quizá se lo piense mejor la próxima vez que se duela de haber sido robado y humillado.