La compañia americana afronta un futuro no previsto tras las polemicas palabras de su presidente en las que afirmaba que solo querian clientes tan atractivos como sus empleados. Aunque en el universo paralelo del presidente de A&F su marca solo la vistan chicos apolíneos y enrollados, lo cierto es que sus prendas resultan especialmente adictivas para un biotipo concreto.
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Lo que estamos es haciéndole una campaña de puta madre a este gilipollas.