Es llamativo como en España la escasez de empresas enfocadas al capital semilla ha permitido que los bancos comerciales se conviertan en uno de los principales impulsores de las start-ups españolas que necesitan financiación. No he sido capaz de encontrar demasiada información accesible públicamente que permita a potenciales emprendedores valorar si un préstamo participativo es lo que más les conviene, supongo que porque ninguno queremos cuestionar a varios de los principales patrocinadores e inversores.