Los que nacimos en Latinoamérica fantaseamos, desde la adolescencia, con visitar alguna vez Europa. Es una obsesión con la que nacemos. Lo extraño es que al europeo le pasa lo mismo. Por ejemplo a Cristina, mi mujer catalana. Ella soñó siempre, desde chica, con viajar alguna vez a la Patagonia, a las Cataratas, al Glaciar Perito Moreno… Sin embargo, mi mujer ya vino cinco veces a la Argentina y solamente conoce la casa de mi hermana y la de mi mamá. Cristina ha visto demasiadas veces a mi cuñado en calzoncillos, pero nunca un Aconcagua.
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Un off-topic lingüístico:
Deber de más infinitivo indica suposición
Deber más infinitivo indica obligación.