Hace 11 años | Por makinux a politikon.es
Publicado hace 11 años por makinux a politikon.es

Los economistas deberían estar dispuestos a aceptar pequeñas ineficiencias económicas de vez en cuando si eso evita resultados políticos contraproducentes a largo, caso de la guerra de clases vivida en Estados Unidos las tres últimas décadas que han acabado por ganar los ricos (y sí, la excesiva desigualdad tiene consecuencias económicas negativas a largo plazo). Los sindicatos serán un incordio, pero cumplen una función necesaria en el ecosistema político.