El fenómeno ha pasado desapercibido en la prensa especializada española. Sin embargo ha copado portadas en los medios financieros internacionales, especialmente en Estados Unidos. El precio del gas natural se ha colapsado hasta niveles no vistos en una década en aquel país (veinte años si los ajustamos por la inflación). Un invierno benigno que atempera el consumo frente a una producción en máximos a la que se añade el ‘riesgo’ adicional derivado de la puesta en marcha de ingentes yacimientos de shale gas.
Comentarios
Pues que llegue la deflación a la bombona de butano, el resto me la pela