El cerco a los incumplidores se estrecha. Muchos de ellos se sienten inmunes ante la posibilidad de ser sancionados. La imagen se repite a diario, en cualquier parque, en muchas calles, en barrios como los de la Plaza de la Concepción en los que es raro el vecino al que se pregunta y no saca a relucir el asunto. Perros sueltos o restos de sus deposiciones esparcidos por el pavimento urbano son moneda común en el día a día, pero el Ayuntamiento está dispuesto a ponerle coto. No solo de palabra sino también de acción.
Comentarios
Me parece perfecto que multen a los que dejan las "cacas" de los perros en el suelo. Y a los que escupen en el suelo también, por supuesto. No me gusta pisar ni una cosa ni la otra.
Lo de multar por llevarlo suelto no me parece bien porque hay muchas personas que llevan a entrenar a sus perros y los tienen educados para que caminen junto a su dueño y no molesta a nadie.
Lo digo porque, además de tener perro (perra en este caso), ella ha recibido entrenamiento en escuelas caninas, hay mucha gente que llevan a su perro a entrenar a estas escuelas, y mi perra, igual que otros muchos animales, están entrenados para no molestar a los demás, ni hacer sus necesidades en la calle, sólo lo hace donde yo le diga y, en todo caso, siempre siempre recojo lo que ensucia, jamás se me ocurriría dejar una porquería en el suelo, ni arrojo un papel, ni escupo en el suelo.
Pero, ciertamente, hay muchísima gente puerca y pagan justos por pecadores, como con las motos, que pasa un niñato con su ciclomotor haciendo un ruido infernal y la gente dice "estos cabrones de las motos", ¡oye, será ESE cabrón de esa moto!. Igual pagan justos por pecadores.