Publicado hace 18 años por albertoriosmosteiro a blogs.periodistadigital.com

Una comunidad de vecinos propone instalar un ascensor en el edificio: no todos están de acuerdo, hay quien se niega a que haya un ascensor en el mismo, pero, tras votar y obtener la mayoría exigida, se instala el ascensor. Ocurre que, aquellos que votaron en contra, hacen uso del mismo, igual que los demás vecinos. Algo parecido ocurre con un sector de la sociedad en este país: se niegan a todo, pero no a ejercitar los derechos que surgen de la aprobación de leyes a las que ellos se oponían.

Comentarios

D

Los que votaron en contra de poner el ascensor nuevo también tuvieron que pagar su parte, por tanto, tienen todo el derecho a usarlo. No me parece una buena analogía y rectificar es de sabios.

En mi bloque, la mayoría votamos sí al nuevo ascensor y los que votaron no también lo usan, y me parece muy bien, porque también lo pagaron.

A la instalación de gas voté no pero ganó el sí, por tanto, tuve que pagar igual que los demás vecinos, si algún día decido usar esa instalación en vez de la bombona de butano, estaré en todo mi derecho, porque para eso he pagado.