Publicado hace 12 años por Carlos_Postigos a montilladigital.com

Estamos acostumbrados a canalizar las excrecencias ajenas. Las tuberías de desagüe de la democracia que hemos construido apuntan directamente hacia nosotros; pero como somos muchos, limpiamos que da gusto sólo con una condición: no nos echen mucha mierda encima que nos saturamos. Háganlo poco a poco, para que nos dé tiempo a digerirla.