La semana pasada encontramos algunas noticias llamativas: El banco BBVA tenía pensado reestructurar plantilla mediante prejubilaciones y a unas edades muy lejanas a las que la última legislación aprobada; por otro lado, el grupo Telefónica parece tener previsto prescindir de aproximadamente un 20% de la plantilla de su negocio en España, cerca de 6.000 trabajadores. Tengo la impresión de que hay una cierta desproporción entre destinar 1700 millones a 6.000 personas para que se vayan a su casa y dedicar 450 millones a directivos.