La transformación que ha sufrido Dharamsala, especialmente en los últimos veinte años, ha sido brutal. Fue Nehru, el primer ministro de la independencia india, quién cedió al Dalai Lama McLeod Ganj, una antigua base militar británica para que pudiera establecerse después de su huida del Tíbet.
«Yo vivía con mis padres en la región de Chamdo. Un día, el gobierno nos quitó las tierras y nos vimos obligados a marchar a Lhasa. Mi padre no encontraba trabajo así que tuve que mendigar. Una mañana se acercaron tres militares y sin mediar palabra me dieron tal paliza que me dejaron tuerto, desde entonces mi única obsesión ha sido escapar del Tíbet».
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«Yo vivía con mis padres en la región de Chamdo. Un día, el gobierno nos quitó las tierras y nos vimos obligados a marchar a Lhasa. Mi padre no encontraba trabajo así que tuve que mendigar. Una mañana se acercaron tres militares y sin mediar palabra me dieron tal paliza que me dejaron tuerto, desde entonces mi única obsesión ha sido escapar del Tíbet».