Publicado hace 13 años por PeriodistasAnon a periodistasanonimos.com

Sentado en el sillón del paraíso ofrendado a las sensibles plumas de la inmortalidad, Julio Cortázar siente un dejo de repentina nostalgia. Aficionado al boxeo, se sorprende ante el irracional cosquilleo que le provocan las artísticas hazañas de Lionel Andrés Messi. Cerebral, estima que la tormenta afectiva del fútbol será pasajera. Acto seguido, prosigue con la liturgia de la lectura, sanadora de afligidas almas tentadas por la cautivante doncella de la eternidad.

Comentarios

hamahiru

Que Julio Cortázar viera jugar a Messi sería verdaderamente notable, teniendo en cuenta que murió tres años antes de que naciera el 10 del Barça.

Improbable, aunque lo observe sentado en el sillón del paraíso.