Publicado hace 11 años por landaburu a internacional.elpais.com

El consulado de EEUU se convirtió en una ratonera tras el asalto de la turba que sirvió de escudo para atacantes fuertemente armados. Se veían hombres trepando por los muros del consulado al grito de“¡Dios es grande!”.Entonces comenzó el caos,los tiros y las granadas. Hamam,de 17 años, aseguró que “los manifestantes corrían alrededor del recinto buscando estadounidenses,para atraparlos.Había fuerzas de seguridad libias, pero en cuanto estallaron las bombas caseras, huyeron. El fuego se extendió. Vi como un americano cubierto de cenizas moría.."