Artur Mas cada día me preocupa más. ¡Dios, menudo ripio! Intuyo que aún me baila por la cabeza el grito de guerra de Carmen de Mairena cuando se presentó a las elecciones autonómicas: “Artur Mas, ¡te voy a dar por detrás!” (su principal adversario aún salió peor parado, pues tuvo que enfrentarse a una orden aterradora: “Montilla, ¡cómeme la pepitilla!”). Soy consciente de que citar a un travestido tan soez y zarrapastroso no es la mejor manera de empezar a escribir un artículo serio, pero nadie ha dicho que este lo sea: a tal señor, tal honor.
Comentarios
Carmen de Mairena debería ser la honorabla. Votadla