El asesinato del soldado Lee Rigby, al grito de «Alá es grande» en el barrio de Woolwich al sureste de Londres, ha infundido en la comunidad musulmana el temor a posibles represalias como respuesta a los hechos ocurridos el pasado miércoles. Las autoridades británicas se afanan ahora en sofocar cualquier tipo de diatribas islamófobas por parte de grupos radicales.
¡Qué bien! Mira que rápida la policía. Pena que no lo sean tanto con todos los islamistas en Reino Unido que hacen llamamientos a la yihad y aplauden el terrorismo.
Otra muestra más de la doble vara de medir y del racismo que sufrimos los europeos en nuestra propia casa.
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¡Qué bien! Mira que rápida la policía. Pena que no lo sean tanto con todos los islamistas en Reino Unido que hacen llamamientos a la yihad y aplauden el terrorismo.
Otra muestra más de la doble vara de medir y del racismo que sufrimos los europeos en nuestra propia casa.