Hace 10 años | Por Serendipio a jornada.unam.mx
Publicado hace 10 años por Serendipio a jornada.unam.mx

Las agresiones contra embajadas estadunidenses o de cualquier otro país son condenables e indeseables por cuanto atentan contra la inmunidad de las representaciones diplomáticas en el mundo y se erigen, en consecuencia, en un factor de peligro para el de por sí frágil orden internacional. No obstante, por elemental congruencia, a la par de medidas preventivas como las comentadas, Washington y sus aliados tendrían que corregir las actitudes e inercias que han derivado en la configuración de ese clima de constante amenaza y violencia.